29.9.15

SATURNO

A los anillos concéntricos que nunca tuve, salvo en el techo 

Con una noche de resaca
precoz de ser yo mismo
ahogué en un solo sueño
todos mis amaneceres;
radiante espesura de no ser
sino túnel escarbado en la soledad,
fulana de jambas frías
abierta de par en par
al coito sin salida
del propio desengaño.

Si fuese tan fácil como pensarlo,
si dependiera del efecto
de una acción mental decidida,
ni estas ni anteriores órbitas
me sostendrían ya.

Tú del mí,
alma del nadie,
sorbo de esa muerte
que bien vertida llevas
en una mirada hecha
negadora de la mía.