No podemos
ser conscientes de todo
durante todo el tiempo:
abrir una tronera al inconsciente
es todo cuanto podemos
y no por mucho tiempo.
¿Qué hay en mí de aquel que fui?
¿Me vive o me sobreviví?
¿No estuve con él hasta ayer?
¿Ayer, expandido, no es hoy?
Tengo fe, mi muerte es fuerte;
mi fuerte, perderme, la suerte.