¡Dios salve a mis manos!
por aliviarme en las soledades hambrientas,
transformar la furia en golpes sin rostro
y haber crecido a la sombra de mis nervios
aprendiendo a no pensar demasiado
o poder hacerlo, quizá, demasiado rápido.
Dios os alabe, ¡oh, manos queridas!
por distinguir, una vez más,
las causas de los efectos,
los defectos de los excesos,
las caricias de los grillos
y dejar en el tacto, fértil,
confundida la visión.
Dios, ¡que su gloria exista!,
habría de ser para vosotras,
que fraternales os dais la paz en todo
y por nada, con servicial pericia,
barajáis libres de queja
los oficios más impuros
de este mundo y del que sigue...
Sois mi alfabeto alado,
mis alas de veinte llaves,
mi más vivo tesoro, el accesible y sincero.
Para ser perfectas, no sufráis que lo diga,
sólo adolecéis de una cosa:
si pudierais crecer de nuevo,
os comería.
31.12.12
25.11.12
MIEDO ME DA
Sales contigo de ti
por entradas que a otros
clausuran la demolición
de las barreras, invisibles,
que florecen donde miras
con esos alfileres sucios
disfrazados de ojos susurrantes,
subterráneos faros o espejos irrompibles,
dispuestos siempre a reflejar
la crucifixión brillante,
mente absorbente,
de tus chakras.
por entradas que a otros
clausuran la demolición
de las barreras, invisibles,
que florecen donde miras
con esos alfileres sucios
disfrazados de ojos susurrantes,
subterráneos faros o espejos irrompibles,
dispuestos siempre a reflejar
la crucifixión brillante,
mente absorbente,
de tus chakras.
2.9.12
VENERO
No soy límite ni carga;
tampoco el punto de meta
y menos, atolladero:
soy sólo una fuente
que en sus sedes
se desangra.
Como tal debes tomarme
y tal como me tomas
debes abandonarme.
tampoco el punto de meta
y menos, atolladero:
soy sólo una fuente
que en sus sedes
se desangra.
Como tal debes tomarme
y tal como me tomas
debes abandonarme.
12.7.12
A VECES PERRO
Y lobo siempre que me quiero
ladrando, sin cadenas,
tres corazones llevo
en la jaula ciega del pecho:
uno muerde por traición,
otro lame a lengua suelta
y el tercero, que es peor,
su orina leal me bombea
en la sangre a la que debe
la suerte, quizá locura,
de su perra querida vida.
ladrando, sin cadenas,
tres corazones llevo
en la jaula ciega del pecho:
uno muerde por traición,
otro lame a lengua suelta
y el tercero, que es peor,
su orina leal me bombea
en la sangre a la que debe
la suerte, quizá locura,
de su perra querida vida.
6.7.12
ÚLTIMA COMUNIÓN
Si hermoso es conocer sin pensar,
soñar sin dormir
y jugarse a ser el muerto
sin el muerto de cargar con desvivirse,
más lo es amar sin querer
por querer sin dejar de hundirse
en el pozo revirado de tu coño
donde el alma se ve nublada
impidiéndome salir
a la luz del juicio ausente
que la desvirga.
soñar sin dormir
y jugarse a ser el muerto
sin el muerto de cargar con desvivirse,
más lo es amar sin querer
por querer sin dejar de hundirse
en el pozo revirado de tu coño
donde el alma se ve nublada
impidiéndome salir
a la luz del juicio ausente
que la desvirga.
13.5.12
EL ALACRÁN
Absuelto de buscar mis paraísos perdidos,
así como de ajenos, celestiales artificios,
a nadie impongo el cómputo de infiernos
que como todo hombre real
sin tregua soy
para mí mismo.
así como de ajenos, celestiales artificios,
a nadie impongo el cómputo de infiernos
que como todo hombre real
sin tregua soy
para mí mismo.
4.2.12
POSESIÓN
Siete esquinas tiene mi ser
por donde haber esconde
juego en juegos descubiertos
que no puedes atar de mí;
no saber si hermoso o doloroso
es lo que te ata a este sentir:
tu corazón callado haciendo callo,
la carne bien batida de tu alma
que tras el sexo me licuó la razón.
por donde haber esconde
juego en juegos descubiertos
que no puedes atar de mí;
no saber si hermoso o doloroso
es lo que te ata a este sentir:
tu corazón callado haciendo callo,
la carne bien batida de tu alma
que tras el sexo me licuó la razón.
3.1.12
DESPERTAR
Antes de nacer estuvimos muertos,
¿alguien puede recordarlo?
De ahí la franca sonrisa de la calavera,
el llanto inconsolable del recién nacido,
la corrupción a fuego lento de los instantes...
¿quién podrá negarlo?
¿alguien puede recordarlo?
De ahí la franca sonrisa de la calavera,
el llanto inconsolable del recién nacido,
la corrupción a fuego lento de los instantes...
¿quién podrá negarlo?
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