29.9.15

SATURNO

A los anillos concéntricos que nunca tuve, salvo en el techo 

Con una noche de resaca
precoz de ser yo mismo
ahogué en un solo sueño
todos mis amaneceres;
radiante espesura de no ser
sino túnel escarbado en la soledad,
fulana de jambas frías
abierta de par en par
al coito sin salida
del propio desengaño.

Si fuese tan fácil como pensarlo,
si dependiera del efecto
de una acción mental decidida,
ni estas ni anteriores órbitas
me sostendrían ya.

Tú del mí,
alma del nadie,
sorbo de esa muerte
que bien vertida llevas
en una mirada hecha
negadora de la mía.

2 comentarios:

  1. La espiral de tu descenso me taladra la cabeza como un rayo de materia oscura que la voz, menos mal, humaniza.

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  2. «Rayo de materia oscura»: poderosa imagen que agradezco, como es de lustre, por el cumplido que supone recibirla, aunque no me muevo a mayores ilusiones sobre el alcance y la riqueza de mis capacidades líricas, que son bien limitadas, sin menoscabo de que pueda, de tanto en tanto, componer algún versito digno de ser releído.

    Como poeta siento que me sobra retórica y me falta naturalidad en el ritmo, es decir, que suelo comparecer ante mi escaso público hecho todo un mal poeta. De ahí que prefiera denominar «poemenos» en vez de poemas a estas esporádicas reincidencias de líneas abruptas.

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