Por amor a lo desconocido te busqué
donde menos quería encontrarme
perdido con proyectos el respeto.
Tuya fue la grosería de ponerle precio
a los días, de pedirme
garantías de duración
por una fugacidad que no casa
con futuros ni familias.
Que la pasión mude de cuerpos
es natural condición de la misma
e inútil retener a su paso
los placeres que derrama.
Agradece que aún me queme
tu ausencia en claroscuros:
tal es la única verdad
de permanencia lograda
que podrás contar de mí
a la madre que te parió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario