Vamos de mierda a mierda y vivimos porque nos toca mover hasta el fin nuestra roca. Del hoyo materno al hoyo eterno, entre trampas anda el juego de los acasos que ocasos fían.
Creo que la elocuencia de esta nueva (des)composición se hubiera mantenido prescindiendo de las referencias escatológicas, por ejemplo con un eufemístico «de pañal a pañal», pero supongo que el autor acataba el dictado de una musa inverecunda.
La mierda es una constante humana cuya presencia tiende al absoluto en los albores y postrimerías de la vida; irrumpe en esos momentos decisivos como una versión peyorativa del barro primordial.
Intentaré no ahondar más en esa materia y agradezco que hayas vuelto a comentar a pesar de los aromas evocados.
Creo que la elocuencia de esta nueva (des)composición se hubiera mantenido prescindiendo de las referencias escatológicas, por ejemplo con un eufemístico «de pañal a pañal», pero supongo que el autor acataba el dictado de una musa inverecunda.
ResponderEliminarTal cual, estimada Soledad.
EliminarLa mierda es una constante humana cuya presencia tiende al absoluto en los albores y postrimerías de la vida; irrumpe en esos momentos decisivos como una versión peyorativa del barro primordial.
Intentaré no ahondar más en esa materia y agradezco que hayas vuelto a comentar a pesar de los aromas evocados.