Gracias, tendré muy presente tu consejo. Por tu contribución anónima se nota que además de valentía haces gala de un gran sentido del humor, del que probablemente debas mucho a tus queridos progenitores, en los que pienso, así como en todos tus difuntos, con un cariño especial.
Por pura formalidad, también me siento impelido a sugerirte que si no dominas las reglas ortográficas de tu lengua, existe una utilidad conocida como corrector de textos que suele ser bastante fiable. Suicídate lleva tilde, la coma a continuación hubiera sido un acierto y nunca está de más cerrar un escrito poniendo punto final.
¡No hagas caso de los adustos! Tu canto, invocación chamánica o lo que sea eso añade un golpe de efecto que invierte la gravedad a que nos tienes acostumbradas. Casi me muero de risa.
Sor, veo que lo has comprendido, no era otra mi intención que trasguear un poco. En cuanto a la andanada troll, admito todas las críticas por destructivas que estas sean (nadie puede hacerme más daño que yo) y hasta puedo encontrar lúdico lidiar con el flaming, pero no soporto la zafiedad: me sobra con la que encuentro a raudales en mi medio social habitual. Bien estudiadas están las causas de este fenómeno de provocación tan molesto para la comunidad virtual como inseparable de la misma: malentendidos por una lectura deficientemente comprensiva o confusa que se agrava por la ausencia de lenguaje corporal, sentimientos agresivos de impotencia (no intervenir es rendirse), afán de vilipendiar aquello que desafía la rigidez de los esquemas mentales del receptor, etc. A estas moscas, las espanto con el rabo.
Suicidate vas adelantar más
ResponderEliminarGracias, tendré muy presente tu consejo. Por tu contribución anónima se nota que además de valentía haces gala de un gran sentido del humor, del que probablemente debas mucho a tus queridos progenitores, en los que pienso, así como en todos tus difuntos, con un cariño especial.
ResponderEliminarPor pura formalidad, también me siento impelido a sugerirte que si no dominas las reglas ortográficas de tu lengua, existe una utilidad conocida como corrector de textos que suele ser bastante fiable. Suicídate lleva tilde, la coma a continuación hubiera sido un acierto y nunca está de más cerrar un escrito poniendo punto final.
¡No hagas caso de los adustos! Tu canto, invocación chamánica o lo que sea eso añade un golpe de efecto que invierte la gravedad a que nos tienes acostumbradas. Casi me muero de risa.
ResponderEliminarSor, veo que lo has comprendido, no era otra mi intención que trasguear un poco. En cuanto a la andanada troll, admito todas las críticas por destructivas que estas sean (nadie puede hacerme más daño que yo) y hasta puedo encontrar lúdico lidiar con el flaming, pero no soporto la zafiedad: me sobra con la que encuentro a raudales en mi medio social habitual. Bien estudiadas están las causas de este fenómeno de provocación tan molesto para la comunidad virtual como inseparable de la misma: malentendidos por una lectura deficientemente comprensiva o confusa que se agrava por la ausencia de lenguaje corporal, sentimientos agresivos de impotencia (no intervenir es rendirse), afán de vilipendiar aquello que desafía la rigidez de los esquemas mentales del receptor, etc. A estas moscas, las espanto con el rabo.
ResponderEliminarUn saludo.