6.9.13

DEJADEZ

Voy a una ausencia redonda,
¿para qué tanto buscar?
Vengo de tan poca cosa...
No adjudicarse al encuentro, 
sino al invento, 
y aún mejor desmontarse
con la misma saña en zaga
que, en su vórtice, lo precede.
Nada justifica el mundo,
ni la necesidad de una estética,
ni las muecas de la necesidad.
Fuera, el invernáculo de horrores, 
la urgencia de perpetuar 
perpetraciones;
dentro, la dispersión arenosa
desde un centro indiferente
jalando en todas partes 
hacia el vacío elemental.
No desprecio mi alma,
niebla sedosa en la tierra;
no maldigo esa tierra
que me une al alma
por la mentira irrompible
cuyas agonías destilo,
pues me estilan.

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