Soy un salido de los que entran por debajo,
de esos que suben y se bajan sin trabajo,
y aunque me acusen de causar un gran ensanche
no me preocupa si te calmo en el enganche.
Me hinco a tus pies, pero no creas que me rebajo,
yendo al bautizo de tus flujos por mi nombre;
no pidas más si no te gusto cabizbajo,
ni huyas del bravo que tus lidias hacen hombre.
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