23.3.14

EMBALSAMADO

Es mi cuerpo de holocausto
que tus manos de sirena
atracan, dadivosas,
una nave, sin ancla ni reposo,
donde escapo
de la hambruna de los cielos.
Viaja en ella confitado
el desengaño de esta vida
que nadie sabrá jamás
si apenas existe,
salvo en las penas.

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