19.3.14

SE FUE

Olías a guitarra recién amada
y suplicabas invencible sin decirlo
el golpe tullido de afecto que inflamara
la caricia póstuma en tu cuerpo ausente.

Nunca regresarán los trenes perdidos,
siempre los querremos a destiempo:
sus paradas son las estaciones 
a las que no logramos soñar.

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